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viernes, 1 de febrero de 2008

Termibus instala pantallas acústicas contra los ruidos.

Termibus instala pantallas acústicas contra los ruidos - 20minutos.es

El tráfico, la principal contaminación acústica que sufren los vecinos de Bilbao, tiene una especial incidencia en los entornos de la estación de autobuses. Tras años de quejas y reivindicaciones, los vecinos de Termibus han conseguido que el Ayuntamiento bilbaíno instale unas mamparas especiales en el perímetro de la estación, para mitigar el ruido que sale tanto a la calle como a las viviendas.

La medida pone de manifiesto, una vez más, que la estación de autobuses de Bilbao está llamada a ser la definitiva y no una provisional como se dijo hace 10 años, cuando se creó el apeadero. Y, por ello, ha sido necesario mejorar la convivencia de los vecinos con la estación.

El sistema antirruido que ya está instalando el Ayuntamiento bilbaíno en Termibus consiste en pantallas acústicas de unos 4 metros de alto, sujetas a los muros que bordean la estación. Tienen, además, una peculiaridad: están inclinadas hacia el interior de la estación, de modo que logran reducir un poco más la contaminación acústica.

«Te acostumbras, pero llevamos 10 años sufriendo un runrún constante; y eso es muy molesto»
, explica a este periódico un vecino de la zona. No en vano, los residentes soportan el paso de 300 a 400 autobuses diarios, que en fechas especiales pueden ser el doble.

El Ayuntamiento, incluso, llegó a un acuerdo con las empresas de transportes colectivos para que los chóferes apagaran el motor de los autobuses cuando estuviesen parados. Una pequeña medida que los vecinos agradecieron de inmediato. Son iniciativas que tratan de paliar el ruido. A poco metros, en Sabino Arana, la Diputación ya está colocando paneles acústicos similares para mitigar el ruido en este acceso.

El humo impregna las fachadas


La contaminación transformó las fachadas de Bilbao, sin excepción, en láminas negruzcas a lo largo de los años. Y muchas de ellas se han limpiado ya tras el cierre de las fábricas. Pero en Luis Briñas, Pérez Galdós... la zona cuyos edificios sufren a diario los autobuses de Termibus, esa contaminación se sigue padeciendo. Los vecinos creen que sus fachadas están expuestas al humo y al paso de los buses y, por ello, quieren que el Ayuntamiento les ayude económicamente para limpiar los edificios.

jueves, 31 de enero de 2008

Tribunal ordena reducir ruido de autopista que atraviesa Praga.

[31-01-2008] Por Silvie Pohlová

El Tribunal Municipal de Praga decidió a favor de los habitantes que viven cerca de la arteria principal que atraviesa la ciudad. Dentro de un año la Alcaldía tiene que reducir el ruido en la zona porque supera altamente los límites permitidos.

Por dicha avenida de Praga, conocida como La Magistral, circulan diariamente miles de vehículos. La contaminación sonora que provoca en el centro urbano alcanza 70 decibelios durante el día, 10 decibelios más de lo máximo permitido.

Hace un año empezó el conflicto entre los habitantes de la zona y la Alcaldía, a la que pertenece la travesía. El veredicto del Tribunal Municipal de Praga, pronunciado este miércoles, dispone que la municipalidad debe bajar el ruido dentro de los próximos doce meses. El abogado defensor de la Alcaldía, František Gebauer, considera precipitada esta sentencia.

“En este momento no existe ninguna solución para todos los aspectos del conflicto. Por eso he mandado elaborar varios análisis especializados sobre la situación sonora en el lugar. Los expertos advierten ante la toma de decisiones precipitadas porque se trata de un problema complicado que no puede ser resuelto por un Tribunal y yo estoy de acuerdo”, sostuvo el abogado.

Según la jueza Alena Jehličková, la Alcaldía dispone de suficientes medios financieros para responder a las exigencias. Ésta se defiende argumentando que es imposible cumplir con el plazo de un año. El portavoz municipal, Jiří Wolf, afirma que no aceptan el veredicto del Tribunal.

“La Alcaldía de Praga no va a publicar ninguna declaración antes de que reciba oficialmente el veredicto. Y, por supuesto, aprovecharemos nuestro derecho de apelar al Tribunal Supremo”, sustentó Jiří Wolf.

Para reducir el ruido los representantes de la municipalidad querían construir una pared de ocho metros entre las vías y los edificios que bordean la calle. Sin embargo, según los habitantes, esto no sería eficiente para las plantas más elevadas. Así que exigen cubrir la carretera con un túnel de vidrio laminado o reducir el número de carriles y limitar la velocidad. El abogado de la capital František Gebauer proclamó que estas medidas son imposibles de cumplir y que la única solución sería prohibir el paso a todos los vehículos, causando así un colapso total del transporte en la ciudad. Hasta 2012 la zona tiene una excepción y puede sobrepasar los límites sonoros. Sin embargo, la jueza consideró que la situación actual perjudica los derechos de los dueños de los apartamentos en la zona.

Con el veredicto del Tribunal el conflicto entre la Alcaldía y los habitantes no acaba. Además, los dueños de inmuebles en otros barrios capitalinos preparan protestas contra la ciudad debido a los impactos dañinos del transporte. En general, solicitan que las carreteras principales sean subterráneas.

Termibus instala paneles acústicos para mitigar el ruido.

Termibus instala paneles acústicos para mitigar el ruido - 20minutos.es

El tráfico, la principal contaminación acústica que sufren los vecinos de Bilbao, tiene una especial incidencia en los entornos de la estación de autobuses. Tras años de quejas y reivindicaciones, los vecinos de Termibus han conseguido que el Ayuntamiento bilbaíno instale unas mamparas especiales en el perímetro de la estación para mitigar el ruido que sale tanto a la calle, como a las viviendas.

La medida pone de manifiesto, una vez más, que la estación de autobuses de Bilbao está llamada a ser la definitiva y no una provisional como se dijo hace 10 años, cuando se creó el apeadero. Y, por ello, ha hecho necesario mejorar la convivencia de los vecinos con la estación.

El sistema antirruido que ya está instalando el Ayuntamiento bilbaíno en Termibus consiste en pantallas acústicas de unos 4 metros de alto sujetas a los muros que bordean la estación. Tienen, además, una peculiaridad. Están inclinadas hacia el interior de la estación, de modo que logran reducir un poco más la contaminación acústica.

«Te acostumbras, pero llevamos 10 años sufriendo un runrún constante; y eso es muy molesto», explica a este periódico un vecino de la zona. No en vano, los residentes soportan el paso de entre 300 y 400 autobuses diarios, que en fechas especiales pueden ser el doble.

El Ayuntamiento, incluso, llegó a un acuerdo con las empresas de transportes colectivos para que los chóferes apagaran el motor de los autobuses cuando estuviesen parados. Una pequeña medida que los vecinos agradecieron de inmediato.

Son iniciativas que tratan de paliar el ruido. A pocos metros, en Sabino Arana, la Diputación ya está colocando paneles acústicos similares para mitigar el ruido en este acceso.

miércoles, 23 de enero de 2008

Las mediciones de Afectados por la Movida superan los límites de ruido en siete calles.

Las mediciones de Afectados por la Movida superan los límites de ruido en siete calles. El Comercio

Los niveles de ruido en el interior y en el exterior de las viviendas del casco antiguo superan los límites permitidos. Así concluye el informe que la Asociación de Vecinos Afectados por la Movida trasladó ayer al concejal de Seguridad Ciudadana, Jaime Reinares, y al jefe de la Policía Local, José Manuel López. A la reunión también estaba citado el concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, quien no asistió.

La asociación encargó a la empresa Eurocontrol S. A. que calibrara las emisiones sonoras de bares en las calles Padre Suárez, Carta Puebla, Altamirano, Oscura, Mon, Postigo Alto, San Antonio y en la plaza de Riego. Los técnicos tomaron medidas en el mes de junio, entre las 03.02 y las 06.26. Todas las cifras superaron los máximos establecidos por la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente.

El nivel más elevado en el interior de las viviendas se registró en Carta Puebla, con 20,60 decibelios más de los 28 permitidos. En cuanto al exterior, la calle más ruidosa fue Mon, con 68,40 sobre los 40 legales.

Además de informar en el Ayuntamiento sobre los resultados del estudio, el colectivo solicitó en la reunión de ayer un listado de las licencias concedidas a los locales de esas calles, para denunciar los posibles incumplimientos. Desconoce además cuál es la normativa que está aplicando el Gobierno local para la concesión de dichos permisos hosteleros.

Según apuntó Miguel Clemente, presidente de la asociación, algunos establecimientos ponen un cartel de «música amplificada hasta 85 decibelios». Según Afectados por la Movida, la única licencia municipal que existe es de 90 decibelios, reservada para aquellos locales que atesoran el correspondiente aislamiento sonoro.

Tasa y Mortera

La asociación también protestó por el cobro de una tasa de 150 euros a quien denuncia un exceso de ruido si luego las mediciones no superan el mínimo. Reinares se comprometió a eliminar ese importe, a la par que recibió la queja de los vecinos por los constantes altercados durante los fines de semana.

Según Afectados, muchas de sus demandas se quedaron sin abordar ayer debido a la ausencia de Mortera, a quien acusaron de «falta de seriedad, porque su presencia era muy importante».

Los padres del Ausiàs March de Alboraya protestan por el ruido del soterramiento. Las Provincias - Sent Using Google Toolbar

Los padres del Ausiàs March de Alboraya protestan por el ruido del soterramiento. Las Provincias

Los padres de los alumnos del colegio Ausiàs March de Alboraya convocaron ayer una manifestación por las principales calles de la localidad par pedir mejoras en el centro ya que las obras del soterramiento del metro están generando molestias sonoras a los escolares.

A las 9.30 horas, un grupo de 60 padres y madres, acompañados por miembros del PSPV y del partido Ciudadanos por Alboraya recorrieron las calles con pitos y pancartas pidiendo "un colegio sin ruido".

La protesta, que no contaba con el permiso de la Delegación del Gobierno, llegó hasta el ayuntamiento. Allí, los manifestantes intentaron acceder al despacho del alcalde, lo que impedido por los agentes de la Policía Local debido a que era un número elevado de personas, sin que se registrara ningún incidente. Finalmente, una representación de ellos se reunió con el primer edil, Manuel Álvaro.

Las obras de soterramiento del metro de Alboraya están realizándose en la calle Valencia, muy próxima al colegio Ausias March. Según los padres, los menores soportan grandes cantidades de ruido que no les dejan concentrarse en clase y exigen soluciones para mejorar la situación. Recientemente se han instalado pantallas gigantes en el centro para absorber el ruido.

Por su parte, el Ayuntamiento aclaró a los padres que antes de que empezaran las obras del metro y por la proximidad de éstas al centro escolar, el Consistorio ya ofreció algunas medidas para paliar las molestias, entre ellas trasladar a los escolares a otras instalaciones ubicadas en la Ciutat de l'Esport.

Sin embargo, desde el centro rechazaron en su día todas estas medidas. Ahora, el Ayuntamiento va a buscar soluciones, pero el centro escolar asegura que no quiere trasladarse y reclama la paralización de las obras del metro durante las horas lectivas.

Representantes de los padres expusieron sus argumentos en su encuentro ante el alcalde basándose en la legislación existente sobre el ruido y la realización de obras en las proximidades de un centro escolar. Reclaman que se cumpla y no se hagan los trabajos en ese horario.

lunes, 21 de enero de 2008

Vecinos miden el ruido para que derriben Sabino Arana.

Vecinos miden el ruido para que derriben Sabino Arana - 20minutos.es

Los vecinos de Basurto han tomado la sartén por el mango. «Hartos» de promesas sobre las fechas en las que se derribará el vial de Sabino Arana, han decidido presionar a la Diputación vizcaína.

Los vecinos pagarán de su bolsillo un estudio para medir el nivel de ruido que soportan a causa del tráfico que pasa por el acceso de Sabino Arana, el más solicitado de Bilbao por los conductores y en cuyo entorno viven 15.000 vecinos.

Antes de derribar el viaducto es necesario construir los nuevos accesos por San Mamés, un proyecto cuyo inicio está previsto para dentro de un par de años. Pero los vecinos no las tienen todas consigo. «Hasta ahora ha habido tres o cuatro proyectos; todos con fechas de inicio, pero se han echado atrás», criticó ayer el portavoz de la asociación vecinal de Basurto, Javi Muñoz.

Por ello, y en colaboración con la asociación ecologista Lur Maitea y con la Universidad Pública de Navarra, colocaron ayer tres sonómetros (aparatos de medición acústica) en sendas viviendas de Sabino Arana. En unas dos semanas sabrán los resultados.

Y están seguros de que serán escalofriantes. El último estudio, de 1999 y elaborado por Labein, detectó niveles acústicos muy superiores a los permitidos: 75 decibelios de día y 70 de noche, cuando el nivel máximo marcado por las ordenanzas bilbaínas es de 60 de día y 50 de noche. «Y hay que tener en cuenta que ahora pasa más tráfico», añadió Muñoz.

Sabino Arana es, de hecho, la única entrada a la ciudad que no ha reducido la circulación en el último año. Según el último balance, cada hora pasan por este acceso 1.389 coches, aunque en hora punta se elevan hasta 2.170. En 2003, por ejemplo, pasaban 1.226 a la hora, 2.032 en hora punta.

Los paneles apenas reducirán el ruido

Tres decibelios. Es el nivel de ruido que eliminarán los paneles acústicos que la Diputación ha empezado a colocar en Sabino Arana. Los beneficiarios serán los pisos que más cerca están de la autovía. Por cierto, el 87% de las viviendas de la zona estaban construidas cuando se levantó el vial, en 1975.

miércoles, 16 de enero de 2008

¿Menos ruido en Barajas?

¿Menos ruido en Barajas? · ELPAÍS.com

Medio millón de madrileños sufren, en mayor o menor medida, los despegues y aterrizajes del aeropuerto de Madrid-Barajas, según los cálculos de nueve asociaciones que luchan contra el ruido. El último recuento de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) reduce el número de afectados a unos 40.000. Son los que viven dentro de la llamada huella acústica, un mapa que delimita las zonas más castigadas por el zumbido -en ocasiones bramido- que provocan los aviones al pasar sobre los edificios.

Aena presentó ayer a los ayuntamientos afectados por esa contaminación acústica una nueva huella sonora. Esta vez, elaborada con datos reales. La anterior, aprobada en enero de 2004, se realizó a partir de hipótesis, con datos anteriores a la ampliación de Madrid-Barajas y que, por tanto, no incluía la actividad de la T-4. La nueva huella registra todas las operaciones que hubo entre septiembre de 2006 y octubre de 2007. El resultado, según fuentes de Aena, es muy similar a la anterior, aunque no pudieron precisar el número de hectáreas o habitantes que han quedado incluidos o excluidos. En algunas zonas, aseguran, el mapa se amplía, y en otras, se reduce.

Varios de los alcaldes que asistieron ayer a la reunión de la Comisión de Seguimiento de Ampliación del Aeropuerto de Madrid (CSAM) salieron descontentos: aseguran que la huella se ha reducido. Es el caso, por ejemplo, de Colmenar Viejo (40.800 habitantes), que ha perdido unas 300 hectáreas, según un cálculo del propio Ayuntamiento. En San Fernando de Henares (40.000 habitantes), el mapa deja fuera una parte de su territorio, pero no afecta a la zona urbana. En Paracuellos (8.000 vecinos) también tienen menos metros afectados que en la huella de 2004. Estar o no en el mapa no es baladí. El propietario de una vivienda situada dentro tiene derecho a financiación para aislarla acústicamente.

Fuentes de Aena aseguran que las viviendas que aparecían en la de 2004 y que ahora se salen del mapa no perderán su derecho. Aena insiste además en que la huella de ayer no es definitiva. Los ayuntamientos tienen que estudiar los datos y presentar sus quejas.

Para la mayoría de las 34 localidades afectadas por el ruido, el sistema de medición empleado no es el correcto. "La huella difícilmente refleja la realidad", se lamenta Jesús Serrada, concejal de Medio Ambiente de Tres Cantos. "Los datos son medias. Nuestro problema es que pasan 300 aviones con puntas de ruido que superan los 70 decibelios [equivalente al sonido que genera el tráfico de una autopista]". La huella acústica sólo incluye las zonas donde se superan, de media, los 65 decibelios (el límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud como soportable) de día y los 55 de noche.

"Nuestra primera valoración es positiva, porque parece un estudio riguroso y real. Permitirá garantizar los derechos de los vecinos al aislamiento acústico", asegura Joaquín Martínez, concejal de Política Territorial de San Fernando.

Para Miguel Ángel Santamaría, edil de Colmenar Viejo, lo más positivo es que se creará un grupo de trabajo junto con San Sebastián de los Reyes y Tres Cantos para estudiar los problemas de la ruta 322, que afecta a los tres municipios.

viernes, 11 de enero de 2008

El ruido por el montaje de estantes en la biblioteca levanta quejas del alumnado.

INFORMACION.es - Elche - El ruido por el montaje de estantes en la biblioteca levanta quejas del alumnado

J. M. G. Los alumnos que ayer estaban estudiando en la biblioteca general de Altabix, en el campus de Elche, se encontraron con la sorpresa de que un grupo de operarios se hallaba montando una serie de estanterías. Desde el primer momento los estudiantes mostraron un cierto malestar ya que pese a que el lugar está señalizado expresamente para que se guarde silencio en respeto a los presentes, con el fin de que puedan concentrarse en el estudio, los operarios, lógicamente, hicieron ruidos a la hora de montar los tableros y estanterías.

Las quejas de los alumnos hacían referencia a que, debido al empleo de los martillos y los taladros, así como las propias conversaciones entre los trabajadores o las llamadas de móviles que recibían, la jornada de estudio se vio alterada.

"Ayer -por anteayer- vimos que traían el material y nos temíamos que se pusieran a montarlo, como así ha sido", señalaba un alumno quien, junto con otros, recordaba que justo ahora se encuentran inmersos en el periodo previo a los exámenes y que hay otros días, como los fines de semana, para que la Universidad lleve a cabo esta actuación sin molestar a nadie.

Por su parte, fuentes de la Universidad Miguel Hernández explicaron ayer que los obreros montaron un total de siete filas de estanterías precisamente por los alumnos, y que se ha llevado a cabo de manera urgente para liberar mesas de estudio que estaban ocupadas por libros que no cabían en las estanterías existentes. De igual modo, la UMH aseguró que el montaje se prolongó desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y que el mismo ya se ha dado por concluido.

sábado, 5 de enero de 2008

El ruido de un motor interrumpe el sueño de los vecinos de Os Mallos.

Noticias

Varios vecinos de Os Mallos no pueden dormir debido al continuo ruido de un motor en su patio de luces. Este problema afecta a varios inmuebles ya que dicho patio es compartido por los números del 78 al 94 de la avenida de Os Mallos, del 23 al 27 de Francisco Tetamancy y del 121 al 131 de la avenida de Arteixo.

Según denuncian los inquilinos el ruido es continuo y varía de intensidad, coincidiendo en determinadas ocasiones los momentos de mayor volumen con plena noche, despertando a los vecinos o impidiendo desde el principio que concilien el sueño. El sonido que provoca el motor, según declaran, es similar al que hace una vieja lavadora al centrifugar, pero con más fuerza.

Protesta: Los vecinos se quejan de que han recurrido repetidas veces a la Policía Local pero nunca les han proporcionado ninguna respuesta. En una de las ocasiones los agentes subieron a uno de los domicilios para comprobar las molestias. Según aseguran los afectados, los policías confirmaron que existía tal ruido e incluso una vibración ocasionada por el mismo pero no les aportaron una solución.

Al parecer los agentes argumentaban que para ayudarles necesitaban conocer la procedencia del molesto sonido y aún sabiéndolo sólo podrían acompañales a visitar al dueño para solicitarle que lo evitara dentro de lo posible.

Pero los vecinos no tenían ningún tipo de información sobre el motor ni tampoco sobre los negocios de la zona, así que los agentes únicamente se limitaron a tomar nota de su visita al domicilio para dejar constancia de la misma.

Hoy los vecinos continúan sin poder dormir y solicitan cualquier tipo de iniciativa que les ayude.

lunes, 16 de julio de 2007

Ruido y más ruido a cada hora...

Ruido y más ruido a cada hora- Lavanguardia.es - Noticias, actualidad, última hora en Cataluña y España

Tengo 29 años, vivo en Barcelona. ¿La ciudad de las oportunidades? Pago 500 euros (60% de mi sueldo) en el alquiler de un "estudio" de un solo ambiente donde no cabe la lavadora a no ser que me decida a ponerla de mesita de noche. La cocina está metida dentro de un armario de metro y medio de ancho. Un único cajón y un hueco en un armario raído son todos los muebles que componen la cocina.

De hecho, creo que si llamáramos a la tele para que viniera a ver esto se lo tomarían bastante en serio, pero me daría mucha vergüenza, la que debería tener el dueño del edificio. Por suerte, el "zulo" tiene una ventana que da a la calle Camelias, justo encima de los contenedores de basura.

En este barrio no hay contenedores de reciclaje separados sino unos de esos que tiene en el interior un compartimento para separar plásticos de orgánico. Muy eficiente no es, pero debe ser porque que vivo en Barcelona, ¡la ciudad del Forum!

Cada noche sobre la 1:30 a.m. pasa un camión a recoger la basura y los operarios gritan a voces durante unos 10 minutos. Es decir, que por si había conseguido dormirme ya, los simpáticos de la basura se encargan de desvelarme (a mí y a toda la calle a ambos lados).

Por no hablar del tremendo ruido que hace el camión de la basura. Otra cosa que no entiendo: ¿No existen camiones que aprovechen la tecnología de una manera más eficiente que los actuales? Parecen tanques en una guerra.

Al cabo de una media hora, a veces una o dos horas más tarde, pasa otro camión que recoge otro tipo de desperdicios. Abren los mismos contenedores de nuevo y vuelven a gritar.

¡Esto no es vida! Estoy indignado con mi ciudad y hace mucho que no espero nada de ella. Solo sueño con poder emigrar de la ciudad donde nací en busca de un lugar digno, razonable, donde pueda encontrar la mínima calidad de vida que una persona trabajadora como yo necesita para afrontar cada nuevo día laboral.

Hoy es sábado. Son las 10 de la mañana y no puedo seguir durmiendo aunque quisiera porque están asfaltando la calle. Parece que esté durmiendo al lado de la hormigonera. ¡Señor alcalde, le invito un fin de semana a dormir aquí!

A todo esto le podemos sumar que a 10 metros está la parada de autobús que solo deja de estar activa desde las 12 hasta las 7 a.m. aproximadamente.

Ya les digo, una cosa sí que me ahorro: el despertador. Lo difícil es conseguir cerrar un ojo. Podría escribir y escribir cosas que me indignan de mi ciudad, pero esta vez lo dejaremos en el tema del sueño. Cuando consigo dormir, solo sueño con marcharme de aquí.

miércoles, 11 de julio de 2007

La ordenanza del ruido acumula nuevas críticas de vecinos y PSPV

La ordenanza del ruido acumula nuevas críticas de vecinos y PSPV · ELPAÍS.com

La nueva ordenanza contra el ruido de Valencia acumuló ayer nuevas críticas en forma de alegaciones que pretenden enmendar numerosos artículos de un texto que la Federación de Asociaciones de Vecinos, otras entidades ciudadanas y el grupo municipal socialista consideran que desprotege a los afectados por la contaminación acústica y conculca sus derechos. La asociación Juristas contra el Ruido también ha decidido plantear alegaciones a la ordenanza, a las que deberá dar respuesta el equipo de gobierno del PP antes de aprobarla.

La actual normativa no ha servido para combatir el exceso de ruido ni para proteger a los ciudadanos ante los abusos en una urbe que supera los niveles máximos de decibelios recomendados tanto de día como de noche, según advierte al inicio de sus alegaciones la federación vecinal en unas pocas líneas que revelan la magnitud del problema. Los vecinos denuncian la falta de "capacidad y competencia administrativa para poner fin a esta grave situación", lo que ha obligado a muchos afectados a acudir a la vía judicial. Por ello, las principales alegaciones van dirigidas a lograr "agilidad en la gestión de las denuncias" y a la aplicación de medidas cautelares "efectivas" para evitar que se eternicen los expedientes contra locales infractores que "alargan artificialmente" el procedimiento mientras los vecinos continúan sometidos al ruido denunciado. En la misma línea que las alegaciones de otras entidades vecinales y del PSPV-PSOE, la federación rechaza la vulneración de derechos ciudadanos en el artículo 55, que limita y dificulta la denuncia y prevé imponer el coste de informes periciales a los afectados. La federación también objeta al blindaje del ruido en fiestas como la Cabalgata de Reyes, que considera no debe incluirse en una lista de "excepciones" a la ordenanza.

Menos decibelios

La concejal socialista Carmina del Río también explicó ayer las 18 alegaciones del grupo municipal, que ahondan en la crítica a la reducción de garantías para los ciudadanos, como es el caso de la declaración de zonas acústicamente saturadas (ZAS). La ordenanza introduce un artículo sobre posibles "actuaciones previas" que convierte las ZAS en un acto "discrecional", cuando está reglado por ley. Del Río denunció que el Ayuntamiento intenta sortear la declaración de nuevas zonas -las últimas dos se impusieron por sentencia- y que no establece claramente la limitación de horarios. La concejal socialista alertó asimismo contra los artículos que equiparan las obligaciones de denunciantes y los supuestos infractores en la tramitación de los expedientes por exceso de ruidos.

Del Río propuso la reducción de los límites máximos de ruido en conciertos y verbenas, que la ordenanza fija en 90 decibelios y que los socialistas pretenden corregir a 75 durante el día y 65 por la noche -20 más de lo habitual-. En caso de molestias graves, la concejal exigió medidas inmediatas, y puso objeciones al apartado que permite mesas y silla en áreas públicas porque a su juicio justifican casos como la terraza de L'Umbracle.

domingo, 8 de julio de 2007

Ruido y escombros en Sants.

Ruido y escombros en Sants · ELPAÍS.com

Barcelona-Sants será "la estación del futuro" una vez finalicen las obras de remodelación y ampliación que la preparan para la llegada del AVE. Así lo afirman los carteles y folletos informativos del Ministerio de Fomento, que muestran imágenes del hipotético resultado: un edificio moderno, sofisticado e innovador. El presente, sin embargo, es menos paradisíaco, y el ruido y el polvo de los trabajos provocan las protestas de muchos vecinos y comerciantes de la zona.

Las obras han invadido el barrio: comienzan en la propia estación, en la plaza de los Països Catalans, siguen detrás del edificio, en la plaza de Joan Peiró, y se extienden por el paseo de Sant Antoni y la calle de Antoni de Capmany. Por todas partes, el suelo está levantado y las vallas dificultan el paso de vehículos y peatones. "Esto es zona catastrófica", dice Anna, de 40 años, dueña de un estanco en la plaza de Joan Peiró. Tanto ella como el resto de comerciantes -la mayoría restauradores - afirman que la llegada de los obreros ha beneficiado a sus negocios. "Pero yo también soy vecino", dice el propietario de un restaurante de Joan Peiró. "No me dejan dormir. A las cuatro de la mañana siguen descargando camiones".

Los vecinos se quejan, sobre todo, del ruido. "Esto es inhumano, no saben lo que estamos viviendo. Las obras duran todo el día y toda la noche", asegura Pilar, de 42 años. Vive en la calle de Capmany, una de las más perjudicadas: allí, las grúas y las excavadoras trabajan a muy pocos metros de las viviendas. "Yo me he tenido que ir a dormir a la cocina por culpa del ruido, y si pudiera me iba a un albergue. En casa ya no puedo estar", dice Korominas, pintor de 47 años. "Me voy cada tarde a pintar a un parque, porque aquí es imposible concentrarse", afirma. "Hemos escrito cartas al Ayuntamiento para quejarnos y no nos hacen caso", dice Javier, de 42 años, otro vecino.

Diálogo

Fuentes del Ayuntamiento explican que "las obras que se realizan por la noche no pueden hacerse en ningún otro momento, ya que hay que compatibilizarlas con los horarios de los trenes". Para tratar de resolver los conflictos, los representantes municipales y los encargados de la obra se reúnen cada semana con las asociaciones de vecinos para tratar de resolver las principales molestias. Alfredo Martínez, presidente de la Asociación de vecinos Badal-Brasil-Bordeta, asegura que en estas reuniones semanales se proponen soluciones y medidas para mejorar las condiciones de vida de los vecinos. "El gran problema es sin duda el ruido nocturno, porque es constante y llevan meses sufriéndolo", explica. La empresa que ejecuta la obra, ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), asegura que "en todo momento" ha atendido las quejas de los vecinos para tomar medidas que minimicen las molestias. Así, se han colocado mamparas acústicas para suavizar el ruido de las obras.

Pero no todos los vecinos están descontentos. Un jubilado que no quiere dar su nombre contempla el trabajo de los obreros en la calle de Vallespir. Ha vivido toda su vida en el barrio, y se muestra satisfecho: "Las obras van a dejar la zona mucho mejor de lo que está, pero está claro que es imposible hacerlas sin molestar a nadie", dice. "Van a renovar el barrio completamente, y para mejor, así que hay que aguantarse un poco". Otro vecino (que también prefiere ocultar su nombre) sostiene que "las obras son positivas". Con 58 años, vive en la calle de Antoni de Capmany desde hace 36: "Si queremos que el barrio sea más moderno, los trabajos son necesarios. Si fuera por los vecinos nunca se haría nada", asegura.

La llegada del AVE a Barcelona está prevista para finales de este año. Entonces terminarán los dolores de cabeza de los vecinos, aunque para algunos los problemas sólo acabarán de empezar. Mercè tiene una floristería en la calle de Vallespir y se enfrenta a la expropiación. "Tengo 53 años y con el dinero que me darán no podré montar otro negocio". Para ella, la modernización del barrio no es positiva: "Van a tirar una casa del siglo XIX y van a dejarnos un barrio que podría ser de Nueva York, sin personalidad".

La entrada principal de la estación de Sants (del lado de la plaza de los Països Catalans) parece un rompecabezas inacabado cuyas piezas no encajarán jamás. En el carril situado enfrente del edificio confluyen autobuses urbanos, taxis, vehículos particulares, motos, furgonetas, los camiones que trabajan en las obras y el bus turístico.

El caos se debe en buena parte a las obras de ampliación de la estación ferroviaria: el paseo de Sant Antoni está cortado del lado mar, junto al parque de la Espanya Industrial. Allí hay un socavón enorme, que en el futuro albergará un aparcamiento con capacidad para 1.074 vehículos, por lo que los coches deben rodear el edificio para llegar a la entrada de Sants. Incluso los peatones, que deben sortear las obras y los vehículos, lo tienen difícil para acceder a la estación.

Pero los problemas no siempre tienen una única causa y para algunos, los trabajos de los obreros no son la principal molestia. Francisco, de 41 años, es conductor de autobús y asegura que las obras no les "afectan demasiado. El problema es con los taxistas que se paran y dejan o recogen a los pasajeros, cuando saben que este carril" está reservado para los autobuses, dice. A su lado, un cartel avisa a los taxis de que tienen prohibido detenerse frente a la estación: "La parada se ha trasladado a la plaza de Joan Peiró [parte de atrás de la estación]". Un minuto después, un taxi entra en el carril y se detiene rápidamente entre los dos autobuses allí estacionados para dejar a unos clientes. Francisco y otro conductor observan la escena y menean la cabeza con desaprobación: "¡Lo ves!", exclama, "¡esto es la ley de la selva!".

Los taxistas tampoco están contentos: "Esto está fatal, y nos está afectando a todos. Antes teníamos la parada delante de la estación, pero ahora por la obra tenemos que ir detrás, y para eso hay que dar mucho rodeo. Y los clientes se quejan", dice José, un taxista de 52 años. Para Assumpta, taxista de 45 años, "los pasajeros que quieren tomar un taxi son los más perjudicados, porque normalmente salen por la entrada principal de Sants y allí no estamos estacionados".

De momento, la Guardia Urbana se limita "a meter bronca" a los taxistas que se paran donde no les toca, según explica Juan Manuel, taxista de 44 años. "Este carril está bastante mal para todos, pero parece que nosotros somos los malos de la película", dice. Pero los taxistas no son los únicos que se detienen donde no les toca. De vez en cuando, también se paran vehículos particulares para descargar maletas y demás equipaje. Todos quieren un lugar en el estrecho carril, y el resultado es un caos circulatorio.

Las obras de la estación han provocado otros cortes de tráfico en el barrio de Sants. Así, los trabajos de la plaza de Joan Peiró han obligado a cerrar el acceso a la calle de Santa Caterina, aunque los coches pueden acceder a ella desde la calle de Galileu.

Algunos conductores se quejan: "Continuamente hay alguna calle cortada o un camión de las obras impidiendo el paso, y el Ayuntamiento no nos informa de los cambios", dice un conductor

. Consultado repetidas veces, el Ayuntamiento no facilita información del historial de las calles cortadas. Pero muchos no están de acuerdo: varios conductores comparten que los diferentes cambios de sentido y los cortes de calles están bien señalizados. Y a otros la situación les ha beneficiado: "A mí me va muy bien que la calle de Santa Caterina esté cortada", afirma Cayetano, transportista de 32 años, mientras descarga sin prisas su camioneta. Para él, el problema de estas obras no es el tráfico, sino la grava que provocan. "Yo suelo ir en moto y alguna vez he estado a punto de caerme por culpa de la grava. Y yo no veo que pase ninguna máquina para quitarla", afirma.