Un joven mata a su padre a puñaladas tras discutir de madrugada.

Suceso en Sevilla - La Voz de Galicia

Al parecer, riñeron por el excesivo ruido causado por unos vecinos con unos petardos.

Cecilia Cuerdo:

Una riña por el ruido excesivo de los petardos en la calle parece ser el motivo de la discusión protagonizada la madrugada de este martes entre un padre y un hijo y que se ha saldado con la muerte a puñaladas del primero en el municipio de Alcalá de Guadaíra (Sevilla). El presunto agresor, de 27 años, ya se encuentra detenido a espera de pasar a disposición judicial.

Fuentes policiales explicaron que, según la versión de los hechos ofrecida por el detenido, la discusión comenzó sobre las 05:00 horas de la madrugada, cuando la víctima, identificada como Antonio D.G., de 57 años y maestro de escuela, se alteró por el excesivo ruido de los petardos que seguían explotando con motivo de las celebraciones de Nochevieja en las inmediaciones de su vivienda, situada en el número 3 de la calle Pino Marinero en una zona conocida como Pinares de Oromana.

Al parecer, el hombre, que padecía trastornos psíquicos y en estos momentos se hallaba de baja laboral, salió a la puerta de su chalet con una escopeta con la intención de intimidar a los responsables de los petardos. Esta actitud provocó la indignación de uno de sus tres hijos, un joven de 27 años identificado como A.D.P. y que, aunque reside en Barcelona, pasaba las fiestas con sus progenitores. Ambos se enzarzaron en una discusión que terminó con un forcejeo en el transcurso del cual el joven cogió un cuchillo y asestó varias puñaladas a su padre, alcanzándole en el cuello y el tórax.

El ruido despertó a la mujer de la víctima, también profesora de escuela, que al salir de su dormitorio se encontró manchas de sangre en las estancias y los muebles de la planta baja y a su marido, que aún portaba la escopeta en la mano, sangrando abundantemente, por lo que dio aviso a la Policía.

Intensa hemorragia

Los servicios de emergencias Sanitarias 061 se personaron rápidamente en el lugar del suceso, aunque no pudieron salvar la vida del hombre, que falleció a causa de la pérdida de sangre por una herida en el cuello.

La madre echó en falta al hijo y supuso que había tenido algo que ver con el homicidio, Agentes de la Guardia Civil le encontraron poco después muy nervioso y llorando, y sin oponer resistencia se entregó tras relatar lo sucedido. El joven permanece en dependencias de la Policía Nacional a la espera de pasar este miércoles a disposición judicial. El cadáver de la víctima fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para realizarle la autopsia.

«Fue casual», dice el apuñalado que increpó a una vecina por ruidos.

«Fue casual», dice el apuñalado que increpó a una vecina por ruidos

«Fue un hecho casual», aseguró ayer ante el juez M. G. M., herido grave en una disputa con el novio de una vecina a la que increpaba por hacer demasiado ruido en su vivienda. Los hechos ocurrieron el 25 de diciembre de 2005 cuando la víctima, que vivía en el primer piso, subió al segundo con un cuchillo de grandes dimensiones después de haber advertido a su vecina quince días antes de que le molestaba el ruido que hacía.

M. G. M., herido grave en una disputa con un amigo de su vecina (M. J. A. C.), al que recriminaba por hacer excesivo ruido, aseguró ayer en el juicio que se celebra en la Audiencia de Gijón que «fue un hecho casual», según «Europa Press». El hombre sufrió una herida torácica profunda y otra en la región abdominal y tuvo que ser operado «con riesgo vital», según de los forenses.

El fiscal ratificó su petición de seis años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa, y una indemnización de 2.584 euros por lesiones y 1.200 por las secuelas. La defensa solicita la absolución al entender que M. J. A. C. actuó en legítima defensa y entiende que M. G. M. también ha de ser imputado, puesto que inició la agresión e hirió al acusado. Y la acusación particular apoya los seis años del fiscal y pide 50.000 euros.

El informe del fiscal precisa que los hechos datan del 25 de diciembre de 2005, cuando M. G. M., que ocupaba el primer piso del inmueble en el que vivía la novia del acusado, subió hasta el segundo y aporreó la puerta para quejarse del ruido. La mujer abrió, pero volvió a cerrar al percatarse de que era el vecino que ya le había llamado la atención hacía unos quince días. M. G. M. volvió de nuevo a llamar a la puerta, pero en esa ocasión abrió el novio de la vecina. Fue cuando M. G. M. sacó un cuchillo de grandes dimensiones con el que estaba partiendo una tarta que llevaba escondido en su pantalón. Comenzó entonces una fuerte disputa en la que que los dos hombres resultaron heridos. M. J. A. C. con un corte en la mano con la que intentó retener a M. G. M., y éste, con las dos puñaladas que pusieron en serio riesgo su vida. El acusado declaró que nunca llegó a quitar el cuchillo a M. G. M. y que tan sólo se defendió de la agresión que sufrían.

Fue la mujer de M. G. M., que subió al oír los gritos, quien alertó a los servicios de emergencia. M. G. M. no pudo explicar ayer por qué usaba un cuchillo tan grande ni por qué lo limpió y subió con él escondido en el pantalón al piso de su vecina.