sábado, 22 de diciembre de 2007

A Coruña se va a enfrentar al botellón con toque de queda.

A Coruña se va a enfrentar al... | El Correo Gallego - Diario de la Capital de Galicia

El Ayuntamiento prohíbe el botellón y las concentraciones en la calle que alteren el descanso de los vecinos entre las once de la noche y las siete de la mañana.

El botellón tiene los días contados en A Coruña, una de las ciudades que más ha padecido las concentraciones de jóvenes alrededor del alcohol ha decidido tomar una decisión radical. El Ayuntamiento prohibirá las concentraciones de personas en la calle entre las once de la noche y las siete de la mañana. En esa franja horaria se impondrá el toque de queda: ni alcohol ni ruido en la calle.

La Junta de Gobierno municipal aprobó ayer esta polémica ordenanza después de varios meses de análisis, protestas vecinales e incluso una concentración nocturna frente a la puerta de la vivienda del alcalde Javier Losada. Cuando acaben las fiestas de Navidades, el primer pleno del nuevo año dará la aprobación definitiva al texto, que entrará en vigor entre febrero y marzo.

Será entonces cuando la Policía tenga que intervenir en el momento en que se "perturbe el derecho de las personas al descanso nocturno" a partir de las once de la noche. El incumplimiento acarreará multas de entre 1.501 y 3.000 euros si hay alcohol de por medio, y de entre 751 y 1.500 si quienes se reúnan hacen demasiado ruido y alborotan a sus vecinos. Además, los ciudadanos deberán aprenderse rápidamente la lección. Un descuido será considerado falta leve: entre 200 y 750 euros. Las faltas graves y leves podrán ser sustituidas por trabajos comunitarios determinados por el Ayuntamiento o por la asistencia a cursos de prevención de riesgos del alcohol. La concejala de Asuntos Sociales, Nieves Vázquez, explicó que la ordenanza busca realizar una "labor preventiva".

Uno de los puntos polémicos de la normativa es la prohibición de la venta de alcohol entre las 22 horas y las 9, cuestión que había generado rechazo por parte del BNG. Vázquez reconoció que "a este gobierno no le gusta prohibir, pero tiene que regular un problema". Además, apuntó que "no sólo los menores acuden al botellón".

El propio alcalde había pedido hace un mes a las tiendas 24 horas que no vendiesen alcohol por las noches. A partir del próximo mes no lo podrán comprar quienes acudan al botellón ni quienes se queden sin una botella de vino para una cena familiar.

El teniente de alcalde, el nacionalista Henrique Tello, negó ayer en declaraciones a los periodistas que la ordenanza supusiese un toque de queda o la prohibición de reuniones en la calle.