Carreño endurecerá la ordenanza contra la emisión de ruido nocturno. El Comercio
El Ayuntamiento de Carreño se ha comprometido con los residentes de la zona de copas de Candás a revisar la normativa municipal vigente en materia de emisión de ruidos y colocación de terrazas en los espacios públicos. Pero la redacción de esa nueva regulación deberá contar con el acuerdo y la participación del sector hostelero. Para alcanzar ese consenso, el colectivo se reunirá con los vecinos y representantes municipales «en enero, después de las fiestas», según anunció Luis Fernández, presidente de la Asociación de Amigos de Candás.
Con todo, tanto desde la agrupación vecinal como desde el propio Consistorio se apunta a que la revisión de la normativa actual, «que tiene importantes lagunas», en palabras de Fernández, será efectiva antes del próximo verano, «cuando se cortan las calles por la colocación de las terrazas», explicó el presidente de la agrupación vecinal.
No obstante, Fernández apuntó que «en uno o dos meses» podría estar elaborada, sobre todo, porque «en enero ya se empiezan a presentar las solicitudes para obtener la autorización para instalar las terrazas». El representante vecinal manifestó su confianza en que la entrada en vigor de la reforma tenga lugar «en cuanto esté hecha», aunque admitió que los procedimientos administrativos en estos casos «llevan un proceso muy lento».
Horario de cierre
Aunque aún es pronto para hablar del alcance de la nueva regulación, Fernández destacó que «hay voluntad de llegar a un entendimiento y esperanzas de alcanzarlo». Entre los puntos que hay que debatir, además de la disposición de las terrazas, están los horarios de cierre de los locales y los niveles de ruido, el motivo que suscitó las quejas de los vecinos de la calle Valdés Pumarino. Pero, tal como recalcó el portavoz vecinal, la reforma «afectará a La Estrecha, Santolaya y otras calles».
Tras el encuentro mantenido la semana pasada entre vecinos y el Ayuntamiento -que estuvo representado por Melania Álvarez, concejal de Ordenación y Medio Ambiente, y José Manuel Muñiz, edil de Festejos y Turismo-, Fernández destacó que «por primera vez» los vecinos han accedido al texto que rige estas situaciones.
Con todo, tanto desde la agrupación vecinal como desde el propio Consistorio se apunta a que la revisión de la normativa actual, «que tiene importantes lagunas», en palabras de Fernández, será efectiva antes del próximo verano, «cuando se cortan las calles por la colocación de las terrazas», explicó el presidente de la agrupación vecinal.
No obstante, Fernández apuntó que «en uno o dos meses» podría estar elaborada, sobre todo, porque «en enero ya se empiezan a presentar las solicitudes para obtener la autorización para instalar las terrazas». El representante vecinal manifestó su confianza en que la entrada en vigor de la reforma tenga lugar «en cuanto esté hecha», aunque admitió que los procedimientos administrativos en estos casos «llevan un proceso muy lento».
Horario de cierre
Aunque aún es pronto para hablar del alcance de la nueva regulación, Fernández destacó que «hay voluntad de llegar a un entendimiento y esperanzas de alcanzarlo». Entre los puntos que hay que debatir, además de la disposición de las terrazas, están los horarios de cierre de los locales y los niveles de ruido, el motivo que suscitó las quejas de los vecinos de la calle Valdés Pumarino. Pero, tal como recalcó el portavoz vecinal, la reforma «afectará a La Estrecha, Santolaya y otras calles».
Tras el encuentro mantenido la semana pasada entre vecinos y el Ayuntamiento -que estuvo representado por Melania Álvarez, concejal de Ordenación y Medio Ambiente, y José Manuel Muñiz, edil de Festejos y Turismo-, Fernández destacó que «por primera vez» los vecinos han accedido al texto que rige estas situaciones.
