sábado, 29 de diciembre de 2007

«El silencio es salud».

«El silencio es salud». Ideal

Una fisioterapeuta del Hospital Virgen de las Nieves elabora un trabajo sobre las consecuencias nefastas del ruido en los hospitales.

Los hospitales han borrado de sus paredes aquellos famosos carteles que mostraban a una enfermera con el dedo índice sobre sus labios invitando a mantener silencio en los espacios sanitarios. Sin embargo, el ruido sigue siendo un problema que contamina.

Josefina Eusebio Leyva trabaja de fisioterapeuta en la ciudad sanitaria Virgen de las Nieves. Esta trabajadora ha presentado una iniciativa a la dirección de su hospital para concienciar sobre los problemas que origina la contaminación acústica en este recinto sanitario y sus posibles soluciones. «El ruido es nocivo para la salud, provoca cambios fisiológicos y psicológicos como ansiedad, nerviosismo, estrés, dolor de cabeza, mareos, insomnio», apunta esta trabajadora.

Enfermos y trabajadores de los centros sanitarios sufren los efectos de la falta de silencio. «Este es el ambiente más habitual, enfermos que no pueden descansar en buenas condiciones para recuperar su salud y trabajadores que desarrollan su trabajo con un sobreesfuerzo para ser más eficientes y sin importarles acabar la jornada con un exceso de fatiga».

Las principales fuentes de emisión de ruidos en los hospitales están relacionados con la costumbre mediterránea de hablar en voz alta y frecuentar mucho las visitas en los hospitales, así como del uso abusivo de los teléfonos móviles, aparatos de televisión en las habitaciones, teléfonos de pared o timbres, entre otros. «En general, existe una falta de concienciación por parte de todos de la necesidad existente para conseguir un hospital silencioso, que proporcione un ambiente relajado y saludable para acelerar la recuperación del enfermo, así como mejorar el rendimiento del trabajador».

Premio

Eusebio Leyva, premiada por el hospital Virgen de las Nieves por esta iniciativa, propone lanzar campañas de sensibilización en los hospitales para mentalizar a la población sobre la bonanza del silencio y recomendaciones en cartelería para hablar en tono bajo, salir de las habitaciones para conversar a través del teléfono móvil, adaptación de los aparatos sonoros de las habitaciones para que no generen mucho ruido y así hasta una retahíla de recomendaciones que deberían llegar a todos. «No olvidemos que el silencio es salud».