lunes, 16 de julio de 2007

Ruido y más ruido a cada hora...

Ruido y más ruido a cada hora- Lavanguardia.es - Noticias, actualidad, última hora en Cataluña y España

Tengo 29 años, vivo en Barcelona. ¿La ciudad de las oportunidades? Pago 500 euros (60% de mi sueldo) en el alquiler de un "estudio" de un solo ambiente donde no cabe la lavadora a no ser que me decida a ponerla de mesita de noche. La cocina está metida dentro de un armario de metro y medio de ancho. Un único cajón y un hueco en un armario raído son todos los muebles que componen la cocina.

De hecho, creo que si llamáramos a la tele para que viniera a ver esto se lo tomarían bastante en serio, pero me daría mucha vergüenza, la que debería tener el dueño del edificio. Por suerte, el "zulo" tiene una ventana que da a la calle Camelias, justo encima de los contenedores de basura.

En este barrio no hay contenedores de reciclaje separados sino unos de esos que tiene en el interior un compartimento para separar plásticos de orgánico. Muy eficiente no es, pero debe ser porque que vivo en Barcelona, ¡la ciudad del Forum!

Cada noche sobre la 1:30 a.m. pasa un camión a recoger la basura y los operarios gritan a voces durante unos 10 minutos. Es decir, que por si había conseguido dormirme ya, los simpáticos de la basura se encargan de desvelarme (a mí y a toda la calle a ambos lados).

Por no hablar del tremendo ruido que hace el camión de la basura. Otra cosa que no entiendo: ¿No existen camiones que aprovechen la tecnología de una manera más eficiente que los actuales? Parecen tanques en una guerra.

Al cabo de una media hora, a veces una o dos horas más tarde, pasa otro camión que recoge otro tipo de desperdicios. Abren los mismos contenedores de nuevo y vuelven a gritar.

¡Esto no es vida! Estoy indignado con mi ciudad y hace mucho que no espero nada de ella. Solo sueño con poder emigrar de la ciudad donde nací en busca de un lugar digno, razonable, donde pueda encontrar la mínima calidad de vida que una persona trabajadora como yo necesita para afrontar cada nuevo día laboral.

Hoy es sábado. Son las 10 de la mañana y no puedo seguir durmiendo aunque quisiera porque están asfaltando la calle. Parece que esté durmiendo al lado de la hormigonera. ¡Señor alcalde, le invito un fin de semana a dormir aquí!

A todo esto le podemos sumar que a 10 metros está la parada de autobús que solo deja de estar activa desde las 12 hasta las 7 a.m. aproximadamente.

Ya les digo, una cosa sí que me ahorro: el despertador. Lo difícil es conseguir cerrar un ojo. Podría escribir y escribir cosas que me indignan de mi ciudad, pero esta vez lo dejaremos en el tema del sueño. Cuando consigo dormir, solo sueño con marcharme de aquí.

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