lunes, 28 de enero de 2008

Estudian llevar a los tribunales el sinvivir que sufren por el ruido.

ABC.es: sevilla - sevilla - Estudian llevar a los tribunales el sinvivir que sufren por el ruido

La contaminación acústica que sufre Sevilla desde hace muchos años y la falta de medidas de la Administración para garantizar el derecho al descanso de los vecinos se recrudece con el tiempo.

Por muchas leyes, ordenanzas, decretos o reglamentos que salgan, lo cierto y verdad es que los vecinos de muchos barrios de Sevilla no pueden dormir en sus propias casas, pasar por las aceras de sus calles sin encontrarse un velador que no está en su sitio o una alfombra de basuras y excrementos humanos de la movida de la noche anterior.

Y lo que es peor: piden auxilio y no lo encuentran porque la Policía Local ni siquiera acude y, si lo hace, no ataca el foco de ruido para que a las dos de la mañana puedan empezar a dormir sino que indica al insomne que debe poner una denuncia que seguirá su curso.

Así se resume las palabras de los afectados consultados por ABC que en varias ocasiones han pedido que los mantengamos en el anonimato porque temen represalias de los jóvenes de la movida y de los dueños de los bares.

La abogada Emilia de la Serna, perteneciente a la Asociación de Vecinos Guadalquivir, de Los Remedios; a la Plataforma Pro Derecho al Descanso (que representa a 30 asociaciones de todos los barrios de Sevilla), a la Asociación Juristas contra el Ruido y a Peacram, que es la Plataforma Estatal contra el Ruido, dice alto y claro que «a los vecinos no nos tienen en cuenta para nada a pesar de que la legislación vigente sienta las bases de la continua comunicación que debe existir y del derecho que tenemos a enterarnos de sus planes y a ser oídos». Sería largo de relatar en estas páginas las reuniones, idas y venidas que han tenido los vecinos con responsables municipales, con ellos entre sí y entre asociaciones que, desamparadas, se ponen en contactos unas con otras y con Emilia de la Serna, cuyo correo electrónico se le cae abajo desde hace unos meses con quejas de los vecinos.

«La cosa se está poniendo muy fea -asegura- y la gente está ya muy quemada. Estamos pensando acudir a los tribunales porque, para colmo, han anunciado que pondrán el botellódromo en el campo de la Feria. Hay mucha gente indignada con el Ayuntamiento, vecinos de a pie y residentes de reconocida formación jurídica están dispuestos a llegar a donde sea».

«Se abre más la mano»

Afirma que la última reunión la tuvieron el pasado mes de noviembre con la nueva delegada de Medio Ambiente y le pidieron reuniones mensuales para trabajar conjuntamente y exponerle los problemas. Hasta ahora no ha contestado. Han pedido también participar en la elaboración de una nueva ordenanza de ruidos que se está gestando y no se ha concedido.

El borrador lo conocieron y presentaron alegaciones porque abría la mano a muchas actividades contaminantes y estaba escrito con lenguaje poco concreto, con expresiones como «siempre que», o «podría». A esto tampoco han contestado.

Los vecinos no entienden que no haya una representación de afectados en la elaboración de la ordenanza y sostienen que se está vulnerando la Ley 27/2006 por la que se regulan los derechos de acceso a la información, de participación pública y de acceso a la justicia en materia de medio ambiente, pues, además, no se comunica nominativamente a los afectados la solicitud de una nueva licencia y su derecho a presentar alegaciones, con la consiguiente indefensión.

Por otra parte, denuncian que las reclamaciones por daños y perjuicios ante la Delegación de Medio Ambiente no se contestan, a pesar de que le referida normativa dice que debe hacerse en el plazo de un mes.

«La Administración no resuelve -sigue Emilia de la Serna-, está dando licencias en la Zonas Saturadas de Ruido (ZAS), permite el funcionamiento de bares sin licencia que ya han sido denunciados. La Policía no viene a atendernos, ni siquiera tenemos contacto directo desde que quitaron el 092 y pusieron el 112. No hay sonómetros para hacer mediciones de ruido, hemos pedido una Policía de Ruido, hemos pedido un contacto directo con el 092, hemos pedido ayuda, que se cumpla nuestro derecho al descanso, que las personas no pueden estar sin dormir, que hay gente que se va ya de Sevilla al Aljarafe porque no puede vivir...».

Como ejemplo del malestar que hay en los barrios se puede citar a la Asociación de Vecinos Triana Casco Histórico en donde se quejan también del ruido de la calle Betis procedente de bares y concentraciones en la calle, la instalación de veladores que impiden el paso y la ineficacia de la Policía Local cuando llaman los vecinos pidiendo ayuda.

En la Alameda de Hércules, una señora mayor tuvo que gastarse un dinero para instalar el aire acondicionado y poder dormir en verano con las ventanas cerradas y en la Huerta de la Salud, el presidente de la asociación de vecinos, José Miguel González Cruz, se queja del ruido que origina el tranvía cuando sale y entra en las cocheras de Diego de Riaño.

Además, temen que se agrave la situación en la zona con otra fuente acústica, las obras nocturnas del Metro que, al parecer, han anunciado para acelerar los trabajos de cara a las elecciones.

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