Hay quien consigue interiorizarlo, incluso imaginarse que son las olas del mar. Pero sentir permantemente el paso de los coches puede reducir la calidad de vida del que lo padece. Y en esa situación están alrededor de 150.000 granadinos, el 20% de la población de la provincia.
Son los que viven junto a las autovías que recorren Granada y que por ello soportan un ruido de 55 decibelios o más, el límite que la legislación considera permisible. Ahí empieza la «incomodidad acústica», como describe la Organización Mundial de la Salud.
La A-44 es la autovía que más afecta a los granadinos, sobre todo en el tramo que pasa por la capital, la Circunvalación. Más de 35.000 vecinos de la ciudad (casi el 15% de sus habitantes) sufren un ruido superior al recomendado. Pero los coches de la A-44 molestan aún más en Ogíjares: nada menos que al 75% de sus habitantes, según el mapa de ruidos elaborado por el Ministerio de Fomento.
A su paso de norte a sur de la provincia, el ruido de esta autovía también llega con más de 55 decibelios a otras localidades: Alhendín (le afecta al 53% de los vecinos), y en porcentajes de entre el 15% y el 17% a otras como Maracena, Peligros o Albolote.
La Ronda Sur y su prolongación hacia Cenes (A-395) es otra de las vías ruidosas de la capital. Más de 26.000 granadinos que viven en esa zona padecen un ruido de 55 decibelios o más. Y 2.200 habitantes sufren al menos 75 decibelios. Por su parte, 13.000 habitantes de Santa Fe y Granada soportan más de 55 decibelios de la A-92 G, la carretera que une las dos ciudades.
También a hospitales y colegios
Hasta medio centenar de colegios y dos hospitales soportan más decibelios de los recomendable por el ruido del tráfico, según los mapas de ruido elaborados por Fomento y por la Junta. En la A-92 a su paso por la provincia están afectados 26 colegios por el ruido (además de unas 48.000 vecinos. Ahora estudiarán qué soluciones poner para amortiguar los decibelios.
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