SONIA BARRADO
LOGROÑO. La Asociación Queremos Dormir -constituida por vecinos del Casco Antiguo de Logroño afectados por el ruido nocturno- denunció ayer que la próxima apertura, por parte del Ayuntamiento, de un periodo de alegaciones para la redacción de una nueva Ordenanza de medio ambiente supone que «se considera un fracaso la Mesa del Ruido» y que la concejala que la promovió, la socialista Concepción Arribas, «ha hecho el ridículo». Para el colectivo, la actuación del equipo de Gobierno (formado por PSOE y Partido Riojano) revela que «estamos ante un Gobierno municipal que no se acuerda de dónde viene y que no sabe a dónde va. ¿No eran éstos los que iban a gobernar escuchando a los vecinos? Pues en lugar de diálogo, Boletín Oficial y procedimiento administrativo».
Afirmaron que la primera reunión de la Mesa (celebrada en octubre de 2007) sirvió para conocer que el objetivo de este instrumento era «una nueva redacción de la Ordenanza con el máximo consenso posible». La asociación explicó que después tuvo lugar otra cita, en la que hubo «intereses contrapuestos, aunque unos y otros pudimos mirarnos a la cara y exponer a los políticos nuestra situación», con lo que se demostró que la Mesa «servía para el diálogo». En la tercera reunión, el pasado 22 de enero, «se esperaba que Arribas aportara información sobre las empresas que iban a realizar el mapa acústico de la ciudad», pero «para sorpresa de todos» lo que hizo fue «informar de cómo se iba a realizar el cambio de ordenanza».
Aunque para Queremos Dormir «lo sorprendente no es esto», ya que «a fin de cuentas, el Gobierno municipal va a hacer lo que más beneficie a sus intereses», sino que el PSOE «quiera cambiar una normativa que aprobó estando en la oposición». Aunque lo hiciera «con un sí crítico, porque se rechazaron las alegaciones», sorprende también a la asociación que «quieran cambiar una normativa que lleva sólo dos años en funcionamiento». «Y lo que no sabemos es para qué la quieren cambiar, si la que está en vigor no la cumplen. ¿Será por cobardía?», añadieron.
Para Queremos Dormir, «a la vista de la afición que tiene el Gobierno municipal en suspender determinados artículos de la vigente normativa, mucho nos tememos que la nueva ordenanza va a permitir el consumo de bebidas fuera de los establecimientos». Todo, «socializando la pesadilla que sufrimos quienes residimos en las zonas saturadas de garitos del Casco Viejo». La asociación hizo un llamamiento a los afectados por el ruido para que presenten «alegaciones a la redacción de la nueva ordenanza».
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